Es muy sencillo: no todos los candidatos entran en nuestro equipo, sino todo lo contrario. Somos especialmente selectivos en el proceso de selección, evaluamos los conocimientos existentes sobre gatos, comprobamos los antecedentes y la motivación de una solicitud, y también pedimos conocimientos médicos y de psicología animal.
En el transcurso de este proceso, surge una imagen general, un sentimiento. Este sentimiento se llama confianza. Confianza en las personas. Confianza que documentamos sin excepción con un puesto fijo y que, por tanto, también le da la certeza de que todos los miembros de nuestro equipo están altamente cualificados en todas las materias para cuidar con cariño y competencia de sus patas de terciopelo.